Tendencia de Junio nos llevó
por diferentes espacios ambientados según la funcionalidad buscada.
En un dormitorio principal
donde los metros no abundan se logró
crear un coqueto e intimo lugar femenino, donde un dressoire guarda todos los elementos
necesarios en cómodos cajones con tiradores de color, complementado con una
banqueta tapizada en color neutro.
Y el gran protagonista como
broche de distinción un espejo grande con marco muy fino, que al ser redondo lo
hace más liviano y otorga luminosidad.
El estampado floral del
textil de las cortinas le da el toque romántico necesario y revitaliza los
colores pasteles del entorno.
En el área del cuarto infantil se optó por un artefacto luminoso que expande la luz y por lo tanto se
consigue que el móvil de una pocas grullas se multipliquen en infinito en la
pared con sus sombras.
Al ser el dormitorio de un
niño se buscó usar poco color para que resulte más diáfano y tranquilizador.
La madera en haya y el blanco roto de las
paredes se matizaron con pequeños toques de azul profundo en un clima de
absoluta calma con las grullas volando.
Para agrandar las
dimensiones reales de este pequeño gran comedor, se recurrió al uso de colores
muy claros junto a su oponente la madera en extremo oscura del piso y la tabla
de mesa.
La clásicas sillas de estilo se
reformularon con un tapizado en arpillera cruda y divertidas estampas.
El tono elegido para este
espacio tiene la propiedad de conectar todos los elementos que acompañan la
deco
Y como el arte nunca debe
estar ajeno a los lugares vivibles, aquí lo encontramos en grandes fotografías
donde no se sabe quien está primero, si el huevo o el avestruz.
Se puede vivir con tanto
color?
Sí, pero con mucho cuidado
para no saturar.
Destacamos en el revival el sillón
gris topo, que resultaría anodino sino estuvieran estos almohadones de
brillantes colores.
Acompaña una caja neutra que sirve de apoyo ideal cuando
hay tanto color. Es fundamental que haya mucha luz natural.
Aquí el mobiliario vintage
le da esa onda descontracturada al living donde parece que el espacio tuviera
grandes dimensiones.
La clásica mesa tulip acompañadas de un sillón
retro y el verde esmeralda del puf artesanal complementan el lugar.
Sabemos que la impronta del
color provoca una fuerte identidad, en los ambientes que se usa.
Y junto a este alegre y
reconfortante estallido de color deseo tengas una muy buena semana.
Myriam Tornello